
El estudio de los beneficios de desarrollar las capacidades atencionales lleva muchos años siendo objeto de estudio de la ciencia occidental. William James, “padre de la psicología” en su obra “Principios de la psicología”, publicada en 1890 hace referencia a la facultad de dominar la atención como un proceso cognitivo fundamental para el ser humano.
Un poco más tarde uno de nuestros científicos más relevantes, D. Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906 por su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso, desarrolló una teoría revolucionaria sobre los procesos de conexión entre las neuronas y la capacidad que tenían las distintas partes del cerebro humano de intercambiar información. Fueron los primeros acercamientos a lo que hoy se denomina la “plasticidad cerebral”.
En las últimas décadas, los avances en neuroimagen y en investigación, evidencian el hecho de que las neuronas cerebrales tienen la capacidad de adaptarse a la experiencia, creando nuevos circuitos cerebrales, y con ello pueden cambiar tanto su estructura como su funcionalidad. A esto se le ha llamado neuroplasticidad o plasticidad cerebral.
LA NEUROCIENCIA CONTEMPLATIVA
En el año 2000 la ciencia occidental y las corrientes orientales se fusionaron en la creación de una nueva disciplina llamada “neurociencia contemplativa”, con el objetivo de que los científicos pudiesen estudiar los cambios que se producen en el cerebro de las personas hacen meditación.
Desde entonces se han realizado multitud de experimentos científicos para tratar de explicar los beneficios cognitivos y emocionales de la meditación. A día de hoy, hay suficiente evidencia acumulada para afirmar que su práctica continuada produce modificaciones estructurales y funcionales de las redes cerebrales y los patrones de sincronización neuronal, los cuales generan cambios a nivel cognitivo y emocional. De hecho, existen numerosas investigaciones en las que se afirma que la meditación es una técnica eficaz para el tratamiento de trastornos como la depresión, la ansiedad o el dolor crónico.
LA RED NEURONAL POR DEFECTO (DMN, DEFAULT MODE NETWORK)
La red por defecto fue descubierta por primera vez por Gusnard y Raichle (2001). Nuestro cerebro hace uso de esta red en momentos de inactividad cognitiva o descanso, y es desactivada cuando se emprende una tarea. Estos autores señalan que es la responsable de la rumiación de pensamientos en los trastornos de ansiedad, depresión y trastorno obsesivo compulsivo.
Hasenkamp et al. (2012) estudiaron los ciclos de la atención durante las prácticas de meditación. Descubrieron que cuando se entrena la atención con Mindfulness se debilita el mecanismo automático de la Red por Defecto, permitiendo atender más a la experiencia presente, con un menor gasto de energía y con una alta capacidad de respuesta hacia las tareas.
Por otro lado, Jerath y su equipo (2012), descubrieron en sus investigaciones que el sistema nervioso autónomo de los meditadores cambia de un estado dominante simpático (organismo preparado para la acción) a un estado dominante parasimpático (estado natural del organismo). En base a esta permisa, la conciencia o la atención hacia el mundo exterior aumenta a la vez que el cerebro se encuentra “tranquilo, pero despierto”. Este funcionamiento cognitivo sustituiría la Red Neuronal por Defecto en las personas que practican la meditación, evitando por tanto, sus consecuencias negativas.
CAMBIOS ESTRUCTURALES Y FUNCIONALES EN EL CEREBRO DE LOS MEDITADORES
La práctica del mindfulness puede generar cambios en la estructura cerebral. Lazar y su equipo, en 2005, encontraron que se produce un aumento del tamaño de la ínsula en el hemisferio derecho, y un aumento de las áreas prefrontales de Broadman 9 y 10, que están relacionadas con la atención, la memoria de trabajo y la capacidad de planificación. Pero lo más significativo de este estudio es que estas diferencias fueron más pronunciadas en los participantes con una edad mayor, lo que sugiere que la meditación puede influir en la reducción del tejido cerebral relacionado con el envejecimiento. Según esta idea, la práctica habitual del mindfulness previene del deterioro cognitivo asociado a la edad.
Jacobs et al. (2011) realizaron otro hallazgo importante en el efecto que producía la meditación sobre la telomerasa, una molécula involucrada en la la longevidad de las células. Los resultados del estudio indican que las prácticas de meditación influyen en la regulación de la telomerasa, asegurando la estabilidad del material genético en la división celular. Según este hallazgo, la meditación podría retrasar los procesos de envejecimiento celular de los meditadores.
REDUCCIÓN DE ACTIVIDAD EJE HPA Y DEL CORTISOL (HORMONA DEL ESTRÉS)
Actualmente existe un gran interés científico en estudiar los efectos del mindfulness sobre el estrés. Estos estudios se realizan midiendo la actividad del sistema hipotálamo-pituitario-adrenocortical (eje HPA) y el cortisol (biomarcador de la regulación del estrés), componentes del estrés.
En 2012, Brand y su equipo de investigación realizaron un estudio para explorar el impacto del meditación sobre la activación del eje HPA en un grupo de meditadores principiantes, en comparación con un grupo de meditadores expertos (que no recibió el programa). Los resultados evidenciaron que lo participantes con experiencia en meditación a largo plazo presentaban bajos niveles de cortisol durante todo el estudio, y los principiantes mejoraron significativamente el sueño y los niveles de atención plena.
Otro descubrimiento reciente está relacionado con la respuesta que tienen los meditadores ante el estrés producido por un estímulo doloroso. Antoine Lutz y colaboradores (2013) descubrieron que los meditadores expertos tienen una menor actividad de la amígdala y corteza insular (relacionada con la ansiedad) y una habituación más rápida al estímulo doloroso. Esta reducción de la actividad en las regiones implicadas en la reactividad emocional (amígdala y sistema límbico) también se produce durante el procesamiento emocional de situaciones difíciles. Además, tal y como se ha comentado anteriormente, las personas que practican meditación presentan bajos niveles de actividad de la red neuronal por defecto, lo que produce respuestas de baja intensidad en este tipo de situaciones. En resumen, estas personas permanecen mental y emocionalmente más estables ante situaciones difíciles.
REDUCCIÓN DEL PARPADÉO ATENCIONAL
Hoy en día estamos expuestos a una alta sobrecarga de información. Por este motivo, es necesario que las personas aprendan a gestionar y dirigir la atención de forma más conscientemente, para no verse arrastrados constantemente por esta sobrecarga de información.
Cuando nuestra atención cambia de un estímulo a otro, hay un momento en el que se produce un “vacío atencional”, en el que la atención está “funcionalmente ciega”. Este espacio es denominado por los científicos como “parpadeo atencional”. Este fenómeno fue descubierto y estudiado sistemáticamente en 1992 por Raymond, Shapiro y Arnell, investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad de Calgary, en Canadá.
Existen investigaciones que evidencian que la práctica de Mindfulness modifica las tasas de parpadeo atencional, es decir, el sistema atencional permanece menos tiempo “ciego” y necesita menos energía para procesar estímulos. Esto sugiere que personas que practican meditación tienen una mejor atención sostenida y son capaces de atender a más estímulos.
REDUCCIÓN DE LA ACTIVIDAD DE LOS CIRCUITOS DE RECOMPENSA EN LAS ADICCIONES
Se ha comprobado la eficacia de la práctica del Mindfulness en el tratamiento de las adicciones. La Red Neuronal por Defecto es la responsable de los pensamientos rumiativos y lo patrones de recompensa del cerebro presentes en las adicciones. Como se ha visto anteriormente, esta red es modificada por la práctica de la atención plena, ya que reduce su actividad. A su vez, se ha comprobado el impacto directo de la práctica de mindfulness en las áreas prefrontales cerebrales incorporadas en el sistema de recompensa del cerebro, generando nuevas conexiones neuronales y estimulando los mecanismos endógenos del placer. A través de la meditación esta personas pueden desarrollar nuevos hábitos mentales y emocionales para poder disociar el deseo del comportamiento y desactivar el bucle adictivo.
Para finalizar me gustaría recalcar algo que Santiago Ramón y Cajal escribió hace ya más de un siglo, y cuyo significado se acerca, en mi opinión, a la verdadera esencia del mindfulness:
“Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”.
Santiago ramón y cajal
REFERENCIAS
- Brand, S., Holsboer-Trachsler, E., Naranjo, J. R., y Schmidt, S. (2012). Influence of mindfulness practice on cortisol and sleep in long-term and short-term meditators. Neuropsychobiology, 65(3), 109-118.
- Brefczynski-Lewis, J. A., Lutz, A., Schaefer, H. S., Levinson, D. B., y Davidson, R. J. (2007). Neural correlates of attentional expertise in long-term meditation practitioners. Proceedings of the national Academy of Sciences, 104(27), 11483-11488.
- Brewer, J. A., Elwafi, H. M., y Davis, J. H. (2014). Craving to quit: Psychological models and neurobiological mechanisms of mindfulness training as treatment for addictions.
- Hasenkamp, W., y Barsalou, L. W. (2012). Effects of meditation experience on functional connectivity of distributed brain networks. Frontiers in human neuroscience, 6, 38.
- Jacobs, T. L., Epel, E. S., Lin, J., Blackburn, E. H., Wolkowitz, O. M., Bridwell, D. A., y King, B. G. (2011). Intensive meditation training, immune cell telomerase activity, and psychological mediators. Psychoneuroendocrinology, 36(5), 664-681.
- Jerath, R., Barnes, V. A., Dillard-Wright, D., Jerath, S., y Hamilton, B. (2012). Dynamic change of awareness during meditation techniques: neural and physiological correlates. Frontiers in human neuroscience, 6, 131.
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- Lazar, S. W., Kerr, C. E., Wasserman, R. H., Gray, J. R., Greve, D. N., Treadway, M. T., y Rauch, S. L. (2005). Meditation experience is associated with increased cortical thickness. Neuroreport, 16(17), 1893.
- Lutz, A., McFarlin, D. R., Perlman, D. M., Salomons, T. V., y Davidson, R. J. (2013). Altered anterior insula activation during anticipation and experience of painful stimuli in expert meditators. Neuroimage, 64, 538-546.
- Raichle, M. E., MacLeod, A. M., Snyder, A. Z., Powers, W. J., Gusnard, D. A., y Shulman, G. L. (2001). A default mode of brain function. Proceedings of the National Academy of Sciences, 98(2), 676-682.
- Shapiro, K. L., Raymond, J. E., y Arnell, K. M. (1994). Attention to visual pattern information produces the attentional blink in rapid serial visual presentation. Journal of Experimental psychology: Human perception and performance, 20(2), 357.
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